La consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, visitaba la tarde del pasado sábado el Centro de Investigación y Experimentación de la Trufa de Graus y asistía al acto protocolario de la renovación del convenio para su funcionamiento en el que están implicados el Ayuntamiento de Graus, la Comarca de La Ribagorza, la Diputación de Huesca y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria. Con la consejera, durante la celebración del acto estuvieron presentes el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia; el Alcalde de Graus, José Antonio Lagüens; la presidenta de la Comarca de La Ribagorza, Lourdes Pena; el presidente de la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón, José Vicente Girón, y el director del CITA, José Antonio Domínguez.
El convenio de funcionamiento, financiado por todas las instituciones, tiene una duración de tres años y la aportación del Gobierno de Aragón, a través del CITA, es de 204.000 euros.
El CIET se puso en marcha en 2009 y desde entonces trabaja para dinamizar el cultivo de la trufa negra en Huesca y la economía del medio rural. La consejera destacaba que la producción de trufa en Aragón supone un 65% de la que se obtiene a nivel nacional, siendo la de la provincia oscense un 15% de la aragonesa. Pilar Alegría recalcaba el papel del CITA y la apuesta del ejecutivo por «deslocalizar la investigación, que se desarrolla en otras zonas de Aragón, y que pueda ayudar a generar riqueza a través de una actividad tan importante como la trufa». Así mismo, señalaba que es una medida que favorece la generación de empleo y el asentamiento poblacional.
Desde el centro de Graus se trabaja en varias líneas de investigación como la mejora de la producción y el aprovechamiento de la trufa, el estudio de suelos o el estudio para la erradicación de los principales hongos que afectan a la trufa y que empeoran su calidad. El CIET también presta otra serie de servicios como la identificación de trufas, el análisis de plantones micorrizados, la detección de micorrizas de Tuber Melanosporum y sus evaluaciones y seguimiento o tareas de asesoramiento, formación o edición de materiales de interés para cultivo de la trufa.
La consejera aprovechó su estancia en tierras ribagorzanas para visitar el Mercado de la Trufa de Graus, que se inauguraba este sábado en el que es su décimo aniversario batiendo récords de precios –a 900 euros el kilo se vendió la trufa a granel- ante la escasez de producto y la altísima demanda.
El mercado grausiuno fue uno de los pioneros en España ya que se creó en torno a 1947 y llegó a ser uno de los más importantes de Europa. Después de un tiempo en suspenso volvió a recuperarse hace una década y es hoy uno de los pocos que trabaja directamente para el pequeño consumidor, según comentaba José Vicente Girón.
