Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado la segunda fase de la prueba piloto que servirá para determinar la técnica que se utilizará para retirar los más de medio millón de metros cúbicos depositados en la desembocadura del Segre, en el Campo Municipal de Regatas, y que provienen del desembalse de Barasona. Una maniobra, la del desembalse, que se realizó a mitad de los 90 y que ha provocado pérdidas importantes en la economía local. Según un estudio encargado por el Ayuntamiento de Mequinenza ascienden a 400 millones de euros y la pérdida de 1.100 empleos en los últimos diez años.
Los lodos acumulados han hecho una de los mejores campos de regatas a nivel nacional no pueda utilizarse y afecte al desarrollo de otras pruebas deportivas que se llevan a cabo en el municipio, entre otras cuestiones, además de crear problemas en la captación de agua, lo que ha obligado al Ayuntamiento a dotar de una nueva infraestructura de abastecimiento para las empresas instaladas en el Polígono Industrial Riols (PIR).
La primera fase de la prueba piloto, anunciada hace ahora un año e incluida en “Estrategia para la gestión integral de sedimentos de la demarcación hidrográfica del Ebro” que se recoge en el plan hidrológico aprobado en febrero de 2023, se inició el pasado mes de noviembre en la zona del Espigón. Allí se llevó a cabo una extracción y transporte por medios mecánicos vertiendo el material retirado, 4.700 metros cúbicos de lodos, directamente en el cauce preferente del río Segre.
Una vez finalizada se inició la segunda fase de la prueba, aguas abajo, también en el cauce del Segre, frente a las Piscinas Municipales, que tiene una duración prevista de seis meses. En este caso se chequea la efectividad de un sistema por succión de los sedimentos movilizando 8.000 metros cúbicos al cauce preferente mediante vertido directo para, como el caso anterior, que la corriente existente los arrastre.
Según informa la propia CHE está previsto que a finales de año se disponga de los datos de esta prueba piloto que movilizará un volumen total de 12.700 metros cúbicos de sedimentos. Con los datos recogidos se planteará una actuación global utilizando el sistema que mejor resultado haya dado.